El Conquistador Del Caribe.: "El Huracán Korta" Episodio 7.

22/2/15

"El Huracán Korta" Episodio 7.

Los concursantes se encuentran extrañados de volver a competir en un juego de inmunidad sin que haya habido un duelo antes, claro que no pueden perder a mas gente.

Guanacos, Pumas y Cóndores se reúnen con Julian que les comunica las novedades.

Juego de Inmunidad
El juego de hachas , tres miembros deben salir corriendo hasta encontrar tres arboles marcados , el primero que toque un árbol debe hacharlo y con una cuerda de dos metros y medio hacer un tronco mínimo de esa largura volver donde Julian y poniéndolo de pie subirse encima y colgar el banderín, los equipos se constituirán, capitán dos chicos y tres chicas. Los Cóndores son los primeros en derribar el árbol seguidos de los Pumas y Guanacos. Korta se pasa tres pueblos y cuatro también diciéndole a Nai que se quite que le corta el cuello. Después amenaza a Amaury con enterrarle vivo sino le hace caso de como se corta el tronco.

Los Pumas levantan ya su tronco partido y lo arrastran hacia donde se encuentra Julian. consiguiendo ponerlo de pie encima colgar el banderín de la cuerda y coger la ikurriña que les hace ganar este nuevo juego de inmunidad. Guanacos segundos y Cóndores últimos. Amaury llora y quiere irse. Los Pumas ademas de la inmunidad ganan verduras, carne para preparar un guisado, macarrones, latas, patatas, todo un manjar para ellos en su situación. El equipo intenta convencer a Amaury de que se quede de mil maneras y Korta pide perdón a el y a Nai.

Asamblea

DÉCIMO TERCER DEBATE

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AVISO/ OHARRA

Dejarme deciros antes de empezar a leer el blog que la mejor manera de ojearlo es yendo al final de la pagina y poner en versión web. Así podréis ver los laterales donde aparecen los equipos, capitanes, encuestas etc.

Un saludo y a disfrutar la décimo sexta edición del reality de aventuras mas duro de nuestra TV.

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Agur eta gozatu gure telebistan abenturazko errealitate gogorrenaren hamaseigarren edizioaz.

Entrevista a Susana Goikoetxea gracias a nuestra blogera "Kaixo"

Barañáin. Guarda mutismo absoluto sobre el programa que durante 40 días ha grabado en la Patagonia. Ahora, Susana Goikoetxea -Susan para los suyos- sonríe al recordar la convivencia y las duras pruebas a miles de kilómetros de Navarra. Sin embargo, lo más difícil para ella ha sido estar alejada tanto tiempo de su marido, Santi Galarza, y de sus hijos Jene, de 15 años, y Endika, de 13. ¿Cómo ha sido la vuelta a la realidad? Me ha costado muchísimo volver. Llegué con unas ansias de comer horribles y todo el tiempo que estuvimos ahí soñábamos con la comida. Yo sobre todo quería chocolate y se lo pedía a los cámaras constantemente, pero ninguno caía. Pasamos mucha hambre. ¿Y lo primero que hizo al terminar fue comer chocolate? No. Cuando llegamos al hotel, lo primero que hice fue bañarme. Quería entrar en la bañera, llenarla de agua, y estarme ahí una hora. Me senté y estuve debajo de la ducha un buen tiempo. Durante el concurso había lugares donde nos podíamos dar un baño, en este caso con agua muy fría, y otros donde no. Su equipo, los Pumas, no ha empezado muy bien. No, es verdad, pero todo se verá (ríe). ¿Qué tal con su capitán, Juanito Oiarzabal? Muy bien. Juanito es un cascarrabias y tiene ese papel de romper los moldes y no aceptar las normas. Pero la convivencia con él es buena y como capitán, sin problemas. ¿Y la experiencia? ¿Cómo ha sobrellevado el estar a miles de kilómetros de su familia? Lo que más miedo me daba era estar tan alejada de mi familia, puesto que yo nunca he permanecido más de una semana separada de ellos. Sobre todo me acordaba de la familia por la noche y me imaginaba qué estarían haciendo en esos momentos. El frío lo he llevado también muy mal y se me pasó por la cabeza que si me iba en algún momento era por el frío. ¿Así que en algún momento pensó en tirar la toalla? No, en ninguno, porque iba muy concienciada. ¿El momento más duro fue cuando se acordaba de su familia? Sí, normal. A la hora de hacer las pruebas, como me esforzaba todo lo que podía, acababa satisfecha, pero el frío y recordar a la familia ha sido lo peor. La comida también, aunque yo no soy de comer mucho, y de hecho la he compartido con mis compañeros. Dentro de lo peor, también estaba el nominar. Al principio cuesta mucho, aunque pensaba que sería más fácil al final, porque no tienes tanto apego a la gente. Pero creo que en los primeros instantes tenía los nervios a flor de piel y lo sentía mucho más. Durante la primera nominación viví un momento de angustia, porque encima habíamos perdido. No sabía qué hacer y pensaba que no era justo nominar cuando ni siquiera conocía a la persona. Una sensación muy mala. ¿Y los mejores momentos? Muchos. Con los compañeros la convivencia ha sido genial y hemos hecho una piña entre unos cuantos. Julian Iantzi ya advirtió de que sería la edición más dura de las cuatro. ¿Cómo han vivido las pruebas? Han sido durísimas, tanto física como psicológicamente. Nos han dado mucha caña. ¿Era seguidora del programa? No, aunque me da un vergüenza decirlo. El año pasado estaba estudiando para oposiciones, así que no lo veía. Todo lo que sabía era por mi marido, que sí lo seguía. Poco a poco me fue enganchando y, cuando llegaron a la unificación, sí que decidí verlo. Cuando terminó el programa vi la dirección de Internet y escribí para apuntar a mi marido, aunque al final acabé apuntándome yo también. Nos llamaron para un casting en junio y, en fiestas de Iturmendi, me dijeron que estaba preseleccionada. En septiembre, ya me lo comunicaron definitivamente. Estaba en casa con los críos y nos pusimos a gritar como locos. ¿Las pruebas del 'casting' fueron complicadas? No, yo creo que buscaban unos perfiles determinados. Yo no sé en cuál estaré ubicada, si en el de ama de casa o loca de la pradera. El de deportista seguro. Claro. Me gusta mucho el deporte. A veces voy a musculación y he hecho mucho aeróbic, pero ahora sobre todo correr. No soy de las buenas, pero el año pasado hice el maratón de Donosti y, por tanto, psicológicamente ya iba muy preparada. También he corrido la Behobia seis años. En el campamento pobre, apenas disponían de instrumentos. Nada, cuatro maderos para hacer la cabaña, aunque nos quedó muy apañada. De todos modos, era muy pequeña para once personas. Cuando dormíamos y te dabas la vuelta, te encontrabas con el compañero. Entre el frío y la vergüenza, la situación fue muy extraña. Y la comida, ¿era muy pobre? Teníamos polenta, arroz y frutos secos en cantidades mínimas, junto con una lata de caballa, atún o sardinas. A veces nos llegaba una a cada uno, pero otras había que repartir. Ha participado en un 'reality'. ¿Se anima a apuntarse a otros, como 'Gran Hermano'? No, aquí el morbo no existe. Este programa es de supervivencia y no hay cosas como edredoning ni nada. Además, ¡como para ponerte a tontear con la mierda que llevamos encima!